Reaprender a confiar

perro caricia

Reaprender a confiar

Hace siglos que están a nuestro lado. Nos lo dan todo: su compañía, su lealtad, su cariño, incluso su trabajo… incondicionalmente. A cambio, a veces nosotros solo devolvemos malos tratos y abandono, a pesar de ser la parte “civilizada”. A estas alturas de la “humanidad” todavía hay ámbitos en los que se considera a los perros simples herramientas y en los que, una vez que no sirven ya, se descartan (en el peor de los sentidos), tratándolos peor que a cualquier martillo o destornillador. Peor que a objetos.

Sin embargo, ellos nos dan SIEMPRE una segunda oportunidad, si les damos la ocasión. Con apenas unas miguitas de cariño y paciencia, dejan atrás su “mochila” y nos devuelven con creces lo que les damos.

A menudo nos preguntan cómo logramos trabajar con “perros rebeldes”. No hay fórmulas secretas: solo hace falta respirar y pensar un poco en cómo nos gustaría que nos tratasen si estuviésemos asustados, o a punto de pasar por una situación que no nos gusta. Forzar no ayuda (bozales, sujetarles más de la cuenta, prisas…). Si les damos tiempo, nos enseñan que -a pesar de las malas experiencias pasadas- aquí y ahora pueden relajarse un poquito. Si confiamos en ellos, aunque gruñan, aunque a su manera nos digan que no les gusta lo que les estamos haciendo, acaban confiando. Y ese momento vale mucho la pena. Lo vale todo. Es lo más bonito de nuestro trabajo.

Podríamos incluir, para ilustrar este artículo, un montón de fotos de un montón de casos. Nos acordamos de todos y cada uno de ellos, y agradecemos lo que nos han enseñado (todos fueron nuevas oportunidades para reaprender a confiar) y el cariño recibido, tanto de ellos como de sus humanos. Pero había que elegir uno… así que aquí va una muestra (pequeñita y peluda ;)) de cómo hacemos las cosas en Pelúdity.

 

 

Sin comentarios aún

Deja tu comentario